• Twitter

En construcción...

De aquí, de allá...

0

Te miraba de reojo,
como si el mundo fuera a terminar. Mi gesto,
no denotaba nada, y sin embargo,
moría por dentro por apartar la mesa
y cogerte por la cintura.

Nos separaba apenas medio metro
y una valentía inmensa por decirte
quiero hacerte dudar cada mañana.

Nos acercaron tantos kilómetros
que no era capaz de abrir la última puerta
por si tenía que saltar por la ventana. Y es que
esta ventana no era tan alta, pero salir por ella
conllevaba poner otra pared entre nuestros
aun no bocados.

Te buscaba en la sonrisa pícara,
en el juego de diferentes parejas
que yo te explicaba pensando
en la segunda mañana que me despertaría contigo
pues la primera llevaba dibujada un rato en mi memoria.

Pero acabamos desnivelando la balanza
hacia el lado donde nos condenábamos
a entendernos sólo con palabras
y nos faltó el lenguaje no verbal.

Y no sé decirte si esto, es tuyo o mío.

Y me engaño con mis ganas de volver a casa.

Y te miento.