Se empeñaba en recordar la línea de autobús
que no llegaba a tu casa,
pero no conseguía elegir aquella
que no recordaba alguno de los bancos
donde los besos
no esperaban mañana
comentaba que la poesía
insistía en hablar de tus ojos
y no aprendío a olvidar los milímetros
que dilataba tu pupila, cuando discutías
y sin embargo afirmaba
con más sonrisa
en la voz que en la mirada,
que ya no te echaba de menos...
Volvimos a llegar con los bosillos vacios
sin más monedas que la sonrisa
con alguna historia más que contar
con alguna que otra derrota
Volvimos de nuevo, sin abrigo
cuando el otoño doblaba la esquina
y nuestra manga corta permitía, acariciar
hasta el movimiento de tus caderas
y se olvidó de mentir
Y olvidé en casa los billetes sin aliento
la verdad dibujada en mentiras, que
escupían al espejo
Pero el presupuesto parecía ser suficiente
para comprar, digamos, cheques de ilusión
o cartón para besos en cajitas
Y aun sólo con ganas de quedarnos
y aunque de vez en cuanto se nos olvida,
compramos los sueños de esta noche...
Que bonito sería
tener el talento de Sabina
haber divisado tierra desde Santa María
escribir un poema de Bécquer
dormir en el caballo de Troya
alquilar una caravana y viajar
hacer un tapón a Jordan
o un regate a Maradona
haber conocido a Galileo
inventar la rueda
pisar la luna
besar a Marilyn
Tomar un café con Madiba
o fumar con Bob
...
Y tú, con tu abrazo
me brindas la experiencia
más increíble
jamás soñada...
Nunca supimos pintar y lo intentamos,
ni siquiera fuimos capaces,
aunque pusimos empeño con la brocha
de tapar las manchas que allí había
ni evitar que la pintura vieja
como cicatrices eternas
rechazara renovarse.
Y resultó un universo
perfectamente imperfecto
lleno de faltas y estrellas
que sólo tú y yo,sabemos ver
que nos recuerda que estuvimos allí
que nos enseña como llegamos
que nos mira y nos pregunta
que sería de este techo o este cielo
Si bien pintado
hiciera olvidar aquella tarde...