Sencillamente brillante Ismael...
Por fin te encontré - Ismael serrano
Por fin te encontré - Ismael serrano
Qué bueno volver a reírte,
comprender que el maestro Ferreiro
vuelve a tener razón, e inevitable significa
que no se puede parar,
que no me podía marchar, sin ti
Me desarmas y me rindo
al saber encontrar mis preguntas
a mis respuestas
cuando mi pecho, grita tu nombre
cuando tu sonrisa es el otro lado de la cama
cuando no existe rincón lleno
de lunas vacías, de fotos sin recuerdos
Y qué más da, si es
en Asturias o en Madrid
si lo que cuenta, y no sé como contarlo
se guarda entre las mantas que te arropan
y lo que sobra, que tampoco lo sé
lo vuelvo a perder en renglones no escritos...
comprender que el maestro Ferreiro
vuelve a tener razón, e inevitable significa
que no se puede parar,
que no me podía marchar, sin ti
Me desarmas y me rindo
al saber encontrar mis preguntas
a mis respuestas
cuando mi pecho, grita tu nombre
cuando tu sonrisa es el otro lado de la cama
cuando no existe rincón lleno
de lunas vacías, de fotos sin recuerdos
Y qué más da, si es
en Asturias o en Madrid
si lo que cuenta, y no sé como contarlo
se guarda entre las mantas que te arropan
y lo que sobra, que tampoco lo sé
lo vuelvo a perder en renglones no escritos...
Es difícil no apostar por tí
cuando me miras desde el otro lado,
cuando esos 90 centímetros
se camuflan en otro mundo,
viejo, nuevo o yo que sé
del que conviene no salir
pues ya ves la que está cayendo
y aquí, al menos cariño, tengo
el calor de tus ojos, o el frío de tus pies.
Es difícil no apostar por ti
cuando disparas a mis oidos
ese "quedate a dormir"
que los 160 centímetros de tu cama
consigan disipar al resto
atisbar al mañana sin esperarle
anegarme de sueños antes de dormir
Es difícil no apostar por ti
y dejar al azar los matices que eramos tú y yo
y hoy seguimos siendo...
cuando me miras desde el otro lado,
cuando esos 90 centímetros
se camuflan en otro mundo,
viejo, nuevo o yo que sé
del que conviene no salir
pues ya ves la que está cayendo
y aquí, al menos cariño, tengo
el calor de tus ojos, o el frío de tus pies.
Es difícil no apostar por ti
cuando disparas a mis oidos
ese "quedate a dormir"
que los 160 centímetros de tu cama
consigan disipar al resto
atisbar al mañana sin esperarle
anegarme de sueños antes de dormir
Es difícil no apostar por ti
y dejar al azar los matices que eramos tú y yo
y hoy seguimos siendo...
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